domingo, 9 de mayo de 2010

Sir Aston Martin Rapide, el lord británico.




Quien no haya oído hablar aún del Aston Martin Rapide, es que está poco interesado en el automovilismo. Fue uno de los coches más esperados de 2009, presentado en el Salón de Fráncfort del mismo año y con las primeras unidades previstas para ser entregadas a principios de este 2010 a aquellos que hayan pagado los 207.000€ que tiene como precio base.


En la propia Aston Martin lo definen como “el coche deportivo de cuatro puertas más elegante del mundo”, y no les falta razón. Es el rival directo del Porsche Panamera, y compite en la misma categoría que el Mercedes Clase S, el Audi A8 y el BMW Serie 7. Pero sus formas de caballero inglés están muy por encima de las del estilismo alemán. El elegante Rapide, funcional a la par que lujoso, aloja con comodidad a cuatro pasajeros en sus asientos individuales, que les permitirán disfrutar de una experiencia similar a la que ofrece cualquier otro Aston rodeados de todo lujo de detalles. Además, incorpora un espacioso maletero cuya capacidad aumenta considerablemente gracias a la posibilidad de abatir los asientos traseros. Las dificultades que supone viajar en un coche de estas características se reducen al mínimo con las citadas facultades, haciendo del Rapide un coche del que puede disfrutar toda la familia.

Tiene un tamaño de más de cinco metros y un peso que ronda las 2 Tm en vacío. Para mover semejante mole de elegancia e ingeniería avanzadas, incorpora un motor V12 de 6.0 litros que produce unos apabullantes 476 CV y un par máximo de 600 Nm. Si le incorporamos un par de misiles, podemos estar hablando de la estrella del garaje de cualquier James Bond que se precie (aunque en su última película este se decantara por el maravilloso DBS).

A pesar de su concepción inglesa, el Rapide no se fabrica en Gran Bretaña. El motor, hecho a mano, procede de una fábrica situada en Colonia (Alemania), y el resto del coche se ensambla también de forma artesanal en una planta situada en la localidad austríaca de Graz: la Magna Steyr. Esta planta, que posee la tecnología más puntera, tiene además un equipo de más de veinte ingenieros y varias decenas de trabajadores que emplean unas doscientas veinte horas en producir cada vehículo. En ella se fabrican también otros automóviles tales como el BMW X3, el Mercedes-Benz Clase G y el Saab 9-3 Cabrio.

El Rapide es además la apuesta de Aston Martin para las 24 Horas de Nürburgring 2010. Para la ocasión, se despojará de todos sus lujos e intentará demostrar su valía y versatilidad frente a otros vehículos de su talla, como su hermano, el V12 Vantage, que el año pasado consiguió ser el ganador de su categoría. Sin duda, soportar la exigencia de esta competición no será una prueba fácil, pero desde la marca confían en los buenos resultados del experimento. En a penas una semana saldremos de dudas.



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