sábado, 5 de junio de 2010

BMW art cars: la conjunción del arte y la velocidad.



Corría el año 1975 cuando Hervé Poulain, tasador de un bufete de subastas y aficionado al automovilismo, decidió conjugar arte y velocidad para enfrentarse a los más grandes en las 24 horas de Le Mans. El piloto aficionado llegó hasta la quinta posición, aunque por razones mecánicas tuvo que abandonar tras nueve horas de carrera. No obstante, su bólido no dejó indiferente a nadie, y con él comenzó una tradición que dura hasta nuestros días.

Decorado por el estadounidense Alexandre Calder tan sólo un año antes de su muerte, el BMW 3.0 CSL que conducía se convirtió en el primero de tantos modelos maquillados por artistas reconocidos a nivel mundial. Con otro BMW, esta vez un M1 encargado a Andy Warhol, Poulain logró terminar en la sexta posición en el año 1979. En total, serán nueve coches de diferentes marcas fruto de esta pasión por el arte y el motor los conducidos por el francés, e incluyendo la última novedad, dieciocho las obras de arte de este tipo que atesora BMW desde el nacimiento de esta tendencia a mediados de los setenta.

El segundo BMW Art Car fue creado por Frank Stella en 1976. El artista, un apasionado de las carreras de coches, configuró una malla blanca y negra con la que cubrió otro 3.0 CSL. El archiconocido Roy Lichtenstein tampoco se libra de este tipo de decoraciones, quedando a su cargo la transformación del BMW 320i que corrió en Le Mans en el año 77. Tras el ya citado modelo firmado por Warhol en el 79, y de forma más o menos discontinua en el tiempo, nuevos modelos fueron apareciendo con el paso de los años.


1982 fue el año del BMW 635 CSi. El pintor austríaco Ernst Fuchs declaró que se había inspirado en un sueño que había tenido a la edad de cinco años a la hora de diseñar la decoración. Según el propio Fuchs, “Firefox on Harehunt”, nombre que él mismo le puso a su obra, “representa a una liebre corriendo a través de una autopista por la noche saltando por encima de un coche en llamas”. Otro 635 CSi fue la estrella de 1986. Esta vez fue la primera en la que se utilizaron métodos fotográficos para realizar el diseño, que corrió a cargo de Robert Rauschenberg. Este pintor ha sido reconocido como uno de los artistas más influyentes y prolíficos del siglo XX, y su creación motorizada llegó incluso a exponerse en el Guggenheim de Nueva York.

Por otro lado, 1989 estuvo protagonizado por el BMW M3, cuya primera comercialización tuvo lugar en 1986. Fueron dos los art cars presentados ese año, y ambos sobre la base del ya citado modelo. El primero de ellos lleva la firma de Michael Jagamara Nelson, y le llevó al australiano siete días de duro trabajo. El segundo lleva la del también australiano Ken Done. Ambos coches fueron encargados por la sección australiana de BMW Motorsport.

Al año siguiente, ya en la década de los 90, otros dos nuevos modelos fueron presentados: un BMW 535i de la mano del japonés Matazo Kayama y un 730i encargado al español César Manrique. Sólo un año después salían a la luz las undécima y duodécima piezas de la casa bávara: un Z1 y un 521i decorados por el alemán A.R. Penck y la africana Esther Mahlangu (primera mujer dentro del grupo que posteriormente llevaría a cabo también los trabajos de decoración de un Fiat 500 en 2007).

El italiano Sandro Chia fue el elegido en 1992 para pintar un Serie 3 de carreras. 1995 fue el turno de David Hockney y su 850CSi con una carrocería que representa un paisaje abstracto. El último de la década de los 90 será un BMW V12 LMR muy especial, cubierto de sorprendentes mensajes escritos por Jenny Holzer. Ocho años pasaron desde que salió a la luz este modelo hasta la siguiente presentación de un Art Car, ya en pleno siglo XXI. Un concept car, el BMW H2R, en cuya creación colaboró Olafur Eliasson.


Presentado de forma oficial el pasado 2009, un BMW Z4 cambió la concepción del Art car, dejando la posición de “obra de arte” para acercarse a la de “artista”. De la mano del sudafricano Robin Rhode, el deportivo se convirtió en la herramienta con la que se decoró un lienzo de tamaño aproximado al de un campo de fútbol. El proceso de creación del gigantesco cuadro fue documentado desde el principio y utilizado para el rodaje de un spot publicitario.



Y este año, de nuevo BMW nos ha vuelto a sorprender con una vuelta a los orígenes. Su presentación se llevó a cabo en la ciudad del amor, frente a la imponente Torre Eiffel. Un BMW M3 GT2 decorado por Jeff Koons es la novedad en lo que a Art Cars se refiere. Será el encargado de representar a los alemanes en las 24 horas de Le Mans 2010, e independientemente de su posición final, seguramente no dejará indiferente a nadie. Ahora es posible afirmar, sin miedo a equivocarse, que tanto Andy Priaulx como Dirk Werner y Dirk Müller (los pilotos de este coche), elevarán a la enésima potencia el arte de la conducción los próximos 12 y 13 de junio.



domingo, 9 de mayo de 2010

Sir Aston Martin Rapide, el lord británico.




Quien no haya oído hablar aún del Aston Martin Rapide, es que está poco interesado en el automovilismo. Fue uno de los coches más esperados de 2009, presentado en el Salón de Fráncfort del mismo año y con las primeras unidades previstas para ser entregadas a principios de este 2010 a aquellos que hayan pagado los 207.000€ que tiene como precio base.


En la propia Aston Martin lo definen como “el coche deportivo de cuatro puertas más elegante del mundo”, y no les falta razón. Es el rival directo del Porsche Panamera, y compite en la misma categoría que el Mercedes Clase S, el Audi A8 y el BMW Serie 7. Pero sus formas de caballero inglés están muy por encima de las del estilismo alemán. El elegante Rapide, funcional a la par que lujoso, aloja con comodidad a cuatro pasajeros en sus asientos individuales, que les permitirán disfrutar de una experiencia similar a la que ofrece cualquier otro Aston rodeados de todo lujo de detalles. Además, incorpora un espacioso maletero cuya capacidad aumenta considerablemente gracias a la posibilidad de abatir los asientos traseros. Las dificultades que supone viajar en un coche de estas características se reducen al mínimo con las citadas facultades, haciendo del Rapide un coche del que puede disfrutar toda la familia.

Tiene un tamaño de más de cinco metros y un peso que ronda las 2 Tm en vacío. Para mover semejante mole de elegancia e ingeniería avanzadas, incorpora un motor V12 de 6.0 litros que produce unos apabullantes 476 CV y un par máximo de 600 Nm. Si le incorporamos un par de misiles, podemos estar hablando de la estrella del garaje de cualquier James Bond que se precie (aunque en su última película este se decantara por el maravilloso DBS).

A pesar de su concepción inglesa, el Rapide no se fabrica en Gran Bretaña. El motor, hecho a mano, procede de una fábrica situada en Colonia (Alemania), y el resto del coche se ensambla también de forma artesanal en una planta situada en la localidad austríaca de Graz: la Magna Steyr. Esta planta, que posee la tecnología más puntera, tiene además un equipo de más de veinte ingenieros y varias decenas de trabajadores que emplean unas doscientas veinte horas en producir cada vehículo. En ella se fabrican también otros automóviles tales como el BMW X3, el Mercedes-Benz Clase G y el Saab 9-3 Cabrio.

El Rapide es además la apuesta de Aston Martin para las 24 Horas de Nürburgring 2010. Para la ocasión, se despojará de todos sus lujos e intentará demostrar su valía y versatilidad frente a otros vehículos de su talla, como su hermano, el V12 Vantage, que el año pasado consiguió ser el ganador de su categoría. Sin duda, soportar la exigencia de esta competición no será una prueba fácil, pero desde la marca confían en los buenos resultados del experimento. En a penas una semana saldremos de dudas.



sábado, 8 de mayo de 2010

Un poco de historia: Audi quattro.




Hace un par de meses se cumplían 30 años de aquél Salón de Ginebra de 1980 en el que Audi presentaba un coupé con tracción a las cuatro ruedas y al que denominó quattro. La experiencia de Audi en este tipo de transmisión databa ya de los años cincuenta, cuando desarrollaron un vehículo de uso militar con tracción total sin ningún tipo de precedentes.

Los propósitos fundamentales de esta creación eran dos básicamente: mejorar la adherencia de los coches con tracción delantera o trasera para hacer frente a una nueva generación de motores turbo de alto rendimiento, y demostrar que tanto velocidad como seguridad podían ser desarrolladas al mismo tiempo en un modelo altamente funcional. Las ventajas del sistema quedaron patentes con la victoria de Walter Röhrl en el Rally de Montecarlo en 1984 al volante del Audi Quattro A2. Ahora hace unos meses, el mítico piloto germano, a sus 64 años, volvió a demostrar su buena forma en el homenaje que la marca hizo para celebrar el trigésimo aniversario de su creación en el Col de Turini y que Autocar nos muestra en un vídeo que dejará boquiabierto a cualquier aficionado.

Ya en la década de los 70 Audi abogaba por las ventajas de este sistema, ya que la transmisión a dos ruedas suponía una tracción deficiente cuando el vehículo funcionaba a plena potencia, lo que se evidenciaba con el constante riesgo de patinajes y otra serie de desventajas. No obstante, no fue hasta la incorporación de Audi al grupo Volkswagen cuando los beneficios de la marca empezaron a hacer posible el desarrollo del quattro.


El quattro logró sentar la tendencia de la tracción a las cuatro ruedas para los turismos. El sistema de transmisión integral es de diseño bastante sencillo y se inspira en el de un vehículo todoterreno, el Iltis militar de Volkswagen. Una de sus características más interesantes es el empleo de árboles de transmisión concéntricos delanteros, siendo el interno el que hace regresar la transmisión del diferencial central al diferencial delantero. Gracias a este sistema, los proyectistas del Audi consiguieron un gran ahorro de espacio.

El Audi quattro de 1985 disponía de un motor colocado en posición delantera longitudinal de cinco cilindros en línea, con una cilindrada de 2144cc. Soportaba un par máximo de 285 Nm a 3500rpm y una potencia máxima de 200CV a 5500rpm. Todo un icono para la ingeniería de la época.


Actualmente Audi sigue utilizando el término quattro para designar a dos de sus modelos de producción: el A4 allroad quattro y el A6 allroad quattro, lo que puede darnos una idea del alcance que supuso el desarrollo del sistema.



viernes, 7 de mayo de 2010

A grandes coches, grandes garajes. Maserati MC12.



Tener un gran coche no siempre es sinónimo de saberlo cuidar. De hecho, los atentados contra superdeportivos (como el famoso lavado profesional de un Ferrari Enzo) son más comunes de lo que nos gustaría. En algunas ocasiones son simples despistes, como aquél que decidió convertir su fabuloso Bugatti Veyron en un vehículo anfibio, pero el calificativo de negligencia no quita peso al asunto.

No obstante, también existe el caso contrario. Se trata de aquellos propietarios cuyo amor a sus coches les mueve a fabricarles auténticos hogares en los que reposar sus ruedas y descansar el motor.

Las fotos corresponden a los garajes de propietarios (no es posible afirmar que en todos los casos se trate del mismo vehículo y la misma persona) del extraordinario Maserati MC12, un superdeportivo muy exclusivo y al alcance de pocos bolsillos (entre otras cosas porque para desembolsar los 600.000€ correspondientes al precio del vehículo, había que pasar previamente por una selección de la marca).

El Maserati MC12 es un coche producido por la firma italiana entre los años 2004 y 2005 con el objetivo de competir en Campeonato FIA GT. Solo se produjeron 60 unidades, de las que 50 salieron al mercado Monta el chasis del Ferrari Enzo, aunque sus dimensiones superan a las del cavallino rampante. Además porta un motor V12 colocado en posición trasera que proporciona un par máximo de 652 Nm y una potencia que alcanza los 621 CV para realizar el 0-100 en 3.7 segundos y cortar el aire a una velocidad máxima de 330km/h. Una maravilla más dentro de la flota del tridente.




¡Bienvenidos a Petrosexuales!


Ya lo decía Juan Manuel Fangio, y ahora lo repetimos aquí: “Para llegar el primero, primero hay que llegar”. Es posible que en Petrosexuales ni siquiera alcancemos la meta. De hecho, alcanzar la tercera curva ya sería todo un reto, pero al menos hemos abandonado la parrilla de salida e intentaremos una carrera de fondo en la que alcanzar el máximo nivel posible.

Petrosexuales nace con la intención de ser un blog automovilístico diferente, partiendo de la idea del coche como pasión y alejándonos del mero medio de transporte. Más bien buscamos acercarnos a la idea del deportivo como cumbre de un hedonismo materialista en el que Dios se convierte en un V8 y las arpas celestiales suenan a motor de explosión. No obstante, no nos cerramos a otros temas de actualidad que puedan interesarte. Espero que os guste leer Petrosexuales tanto como a mi publicar para vosotros. ¡Bienvenidos!